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La obesidad infantil es uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI. En el artículo de hoy, queremos contarte las causas y consecuencias de este problema mundial, dándote algunos consejos de prevención, ya que los niños que tienen sobrepeso tienden a seguir con ello en la edad adulta, y esto puede provocar enfermedades cardiovasculares y diabetes.
La causa fundamental del sobrepeso y la obesidad infantil es el desequilibrio entre la ingesta y el gasto calóricos. En España, el 32´1% de los niños entre siete y trece años, es decir, casi uno de cada tres, tiene
sobrepeso u obesidad.
Si nos centramos en el ámbito familiar, las elecciones de los niños, su dieta y el hábito de hacer ejercicio dependen del entorno que les rodea. Por ello, los padres deben influir en el comportamiento de sus hijos poniendo a su disposición en el hogar bebidas y alimentos saludables y apoyando y alentando la actividad física. El objetivo consiste en lograr un equilibrio calórico que puedan mantener a lo largo de toda su vida.
Puesto que el comportamiento de los niños suele modelarse a través de la observación y la adaptación, es importante que los padres lleven un estilo de vida saludable y lo fomenten, así como que intenten favorecer los juegos que impliquen el cuerpo frente al sedentarismo que suponen los juegos en el ordenador o la televisión.
Y es que no hay mejor maestro que el ejemplo. Cambiar los hábitos alimenticios y sociológicos es la mejor
estrategia que podemos adoptar para atajar el problema de la obesidad infantil. La idea es que los padres se involucren y sean partícipes de las actividades de sus hijos, fomentando además la unidad familiar, el
bienestar emocional y afectivo.
Según la edad de los niños, se deben seguir consejos determinados. Acorde con nuestra nutricionista, te dejamos algunos que te pueden guiar:
Para los lactantes y niños pequeños:
- Lactancia exclusivamente materna.
- Evitar añadir azúcares y almidones a la leche artificial.
- Aceptar la capacidad del niño para regular su propia ingesta de calorías, en vez de obligarlo a vaciar el plato.
- Garantizar la ingesta de micronutrientes necesaria para fomentar un crecimiento lineal óptimo.
Para niños y adolescentes:
- Darles un desayuno saludable antes de acudir a la escuela.
- Proporcionarles refrigerios saludables (cereales integrales, hortalizas, frutas).
- Fomentar la ingesta de frutas y hortalizas.
- Reducir la ingesta de alimentos ricos en calorías y pobres en micronutrientes (refrigerios envasados).
- Reducir la ingesta de bebidas azucaradas.
- Hacer lo posible porque las comidas se hagan en familia.
- Enseñar a los niños a resistir la tentación que les ofrece la publicidad de alimentos calóricos y de “comida basura”.
- Proporcionar información y aptitudes para que puedan elegir opciones alimentarias saludables.
También te sugerimos el fomento de la actividad física en el hogar con pequeños actos como:
- Reducir el tiempo de inactividad (televisión, ordenador).
- Alentar la ida al colegio y a otras actividades sociales a pie o en bicicleta en condiciones de seguridad.
- Integrar la actividad física en las rutinas de la familia, buscando tiempo para hacer paseos en familia o participar juntos en juegos activos.
- Asegurarse de que la actividad sea apropiada para la edad y
proporcionar equipo protector (casco, muñequeras, rodilleras, etc.).
Si te ha interesado esta publicación o quieres contarnos qué otros consejos crees que podrían servir de ayuda, ¡¡escríbenos a info@womummadrid.es!!